miércoles, 9 de mayo de 2007

'Blogs, la conversación en Internet que está revolucionando medios, empresas y ciudadanos'

Con los blogs se rompe aquello que decía Lippman: "el periodismo no debe ser practicado por testigos accidentales no entrenados".
Desde que en el siglo XV Gutenberg recuperó la imprenta china para el mundo occidental, la propagación y el acceso a la información se ha modificado a tenor de los avances tecnológicos. La comunicación va adaptándose a los nuevos formatos, lo cual requiere que los consumidores se mantengan en constante actualización. Internet ha abierto un abanico de posibilidades inmenso: los blogs son la última herramienta para construir... ¿información? El debate está abierto.
¿Recuerdan aquel anuncio de Coca-Cola en el que una voz en off decía algo así como: “Para los gordos. Para los flacos. Para los altos. Para los bajos. Para los que ríen (...) Para todos”? Pues podría aplicarse exactamente para este nuevo libro de la editorial ESIC.
Cinco profesionales de la comunicación y las nuevas tecnologías han colaborado en su elaboración, para explicar de forma sencilla y completa qué son los blogs y en qué ámbitos puede ser utilizada esta nueva herramienta: José Luis Orihuela, profesor en la Facultad de Comunicación en la Universidad de Navarra; José Luis Antúnez, desarrollador web; Juan Varela, periodista y consultor; Julio Alonso, empresario y consultor estratégico; Octavio Isaac Rojas, escritor experto en comunicación y relaciones públicas.
Cada uno, desde su experiencia y su ámbito laboral, desarrollan un capítulo. Orihuela hace una introducción explicando qué son los blogs, centrándose en las bitácoras hispanas, su impacto en el medio y en la sociedad, y sobre las tendencias actuales y futuras.
Antúnez se centra en el análisis de los CMS (Content Management System), herramienta de software que permite la gestión de los sitios web (creación, diseño, redacción...). Alonso y Rojas nos muestran las conexiones de las bitácoras con el mundo de la empresa y el de las relaciones públicas, respectivamente.
Estos cuatro capítulos podrían definirse como el manual de instrucciones de los weblogs, muy útiles para todos aquellos que quieran iniciarse en la nueva moda de la Red.
El tercer capítulo es harina de otro costal. Varela toca, tal vez, el tema más delicado: el periodismo participativo o periodismo 3.0. ¿Y por qué el más delicado? Porque desde el punto de vista de los profesionales de la información, el periodismo participativo, o Periodismo 3.0, o periodismo cívico, o periodismo ciudadano, como quieran dar en llamarlo, es una amenaza para todos ellos.
“Ya nadie quiere ser informado y callar” (p.96).
Y aquí es donde surge la discordia. Algunos consideran que la gestión de la información ya no tiene porqué estar monopolizada por unos pocos. Sin embargo, el trabajo periodístico no se limita a narrar un hecho: seleccionar, clasificar, interpretar, valorar y verificar son tareas imprescindibles, o deberían serlo, antes de publicar.
La información, pues, es un puzzle de muchas piezas, y cada una de ellas debe encajar a la perfección. No se trata de contar historias sobre lo que le pasa al vecino, o sobre las obras de la esquina que nunca acaban. La información periodística es “el saber sobre las realidades humanas actuales con proyección e interés social compartido por periodistas y ciudadanos mediante el diálogo sobre los textos elaborados por aquellos y difundidos por los medios de comunicación” (Gabriel Galdón, Introducción a la comunicación y a la información, Ariel).
El mismo Varela cita a Lippmann, “el periodismo no debe ser practicado por ‘testigos accidentales no entrenados’” (p. 122). Pero la cita es una excusa para defender a los blogueros, los que no quieren ser periodistas ni convertir sus bitácoras en medios de información; también lo es para hacer una crítica a los medios tradicionales, la mayoría de los cuales, según el autor, no cumplen con la disciplina científica que debería regir el trabajo de los periodistas.
A lo largo de todo este tercer capítulo se puede leer entre líneas la defensa del auge de esta nueva forma de comunicación, la necesidad de conectar con el ciudadano, de dialogar con él, la importancia de la participación del mismo en la elaboración de la información.
‘La solución para la mala comunicación debe ser más comunicación’; ‘frente al discurso de los medios, los ciudadanos pueden desarrollar sus propios discursos alternativos’ (p. 97 y 98).
Son palabras (las primeras) de Jay Rosen, profesor de periodismo de la Universidad de Nueva York, y de Ramón Salaverría, profesor de ciberperiodismo de la Universidad de Navarra. Seguro que para muchos, la línea de estos discursos es un ataque frontal al periodismo tradicional y a la labor del periodista. Y hay un matiz muy importante en el fondo de todo este despliegue defensor de la blogosfera: opinión e información son bien diferentes.
Todos los ciudadanos pueden y deben opinar, pero la tarea informativa debe limitarse a ser realizada por aquellos que se han preparado para tal fin. ¿O es que cualquiera puede operar un menisco?
Dice Dan Gillmor que ‘la tecnología nos ha dado herramientas de comunicación que permiten a cualquiera llegar a ser un periodista a bajo coste y con un impacto en teoría universal’ (p. 97 y 98).
Al principio del capítulo Varela habla de las smart mobs (multitudes inteligentes), nacidas a raíz de hechos como el 11M (la Red se llenó de comentarios); el 13M (SMS convocando concentraciones delante de las sedes del PP); 1F (el Plan Ibarretxe es llevado al Congreso de los Diputados, cobertura en directo por parte de algunas bitácoras). Y esto es sólo en España: los atentados al World Trade Center fueron la eclosión de los blogs a nivel mundial.
Si leemos estos sucesos al hilo de la cita de Gillmor, ¿es entonces la Red un nuevo medio de comunicación? ¿Cualquiera con una pantalla, un teclado y una conexión a Internet puede ser periodista?
Según la revista Time, “On the Web, anyone with a digital camera has the power to change history”. Aparece en su último número (Diciembre 2006/enero 2007). Lo más representativo al respecto es la portada, y lo que representa: la persona del año eres tú, y usted, y todos vosotros también: cualquiera cuya imagen quede reflejada en la gran pantalla de ordenador. Ya lo dice al pie: tú controlas la edad de la información. Bienvenido a tu mundo.
Pero... ¿es este el mundo que queremos? Deberíamos pensarlo con calma, la información periodística lo merece.
Blogs. La conversación en Internet que está revolucionando medios, empresas y a ciudadanos Octavio Isaac Rojas, Julio Alonso, José Luis Antúnez, José Luis Orihuela, Juan Valera ESIC Editorial Madrid, 2005 301 pp.

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